Película de amor para mirar y recordar


Por Tincho





Como estamos en la semana del día de los enamorados, me puse a pensar en películas románticas. Voy a escribir sobre una película que dieron hace muchos años atrás, en 1996. Una película muy tierna, en la que trabaja la genia de Barbra Streisand. Si la vieron, me agradecerán por el recuerdo y si no la vieron, háganlo, es una orden.
 
Basta de vueltas. La película se llama: The mirrow has two faces o, lo que sería para nosotros, el espejo tiene dos caras. Rose Morgan es soltera y vive con su madre. Es muy inteligente y profesional. Es muy segura para dar sus clases de literatura, al igual que insegura sobre su aspecto físico. Su hermana tiene lo que ella quiere, belleza y una pareja.

Gregory (interpretado por Jeff Bridges) cree que toda relación amorosa es inentendible, tal como sus explicaciones de matemáticas. Y que el sexo complica las cosas. Bajo esta situación, Rose y Gregory se conocen y empiezan a salir como amigos. Gregory le propone casamiento de camas separadas. Pero Rose quiere algo más. Quiere pasión, no compasión.

Con escenas conmovedoras y gran soundtrack esta película aborda el tema de la autoestima. Rose Morgan no se transforma en una mujer muy diferente en lo que respecta a su aspecto físico. Algunos retoques no cambian demasiado a nuestra protagonista. La propuesta de resignación que le hacen es lo que realmente la impulsa a explorar sus propios deseos y a esforzarse por sentirse cómoda consigo misma.

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