Director: Nadine Labaki
por Paulo Mallozzo
Un pueblo, atravesado por un conflicto religioso entre cristianos y musulmanes, se está destruyendo. Para que haya paz, un grupo de mujeres intenta evitar los desbordes de los hombres.
Me dijeron que tenía que ver esta película porque estaba en cartelera y
todos ustedes quieren saber si vale la pena gastar unos treinta pesos de
entrada. A decir verdad, viendo las espantosas ofertas de cine que hay
hoy en día, esta me llamó la atención por la temática. Cuando vi el
tráiler dudé, pero por experiencia sé que a veces las sinopsis y los
trailers no dicen mucho, o no dicen lo que realmente es. Así que fui a
verla.
Supuestamente es una comedia, una comedia dramática. Esto quiere decir
que no nos va a tener a pura risa toda la película, pero que al menos
nos tiene que sacar una sonrisa, tiene que tener algún chiste, algo.
Pero nada. En los 110 minutos no vi nada gracioso. Gracioso no es
sinónimo de bizarro. Lo bizarro de la película es que aparecen al
principio unas mujeres haciendo una coreografía, luego hay partes de
musical cantado. Sí, confieso que detesto con pasión los musicales. Pero
entiendo cuando están metidos forzosamente y son espantosos y cuando
quedan bien.
Por otra parte, no hay desarrollo de los personajes. No se llega a
sentir empatía ni apatía por ninguno de ellos. Por tanto, no se logra
tampoco el contenido dramático de la historia. Más que invitar al
espectador a la reflexión, lleva al público a decir: “Qué brutos que
son”.
Además hay situaciones que no se explican nunca. Pero no es una queja
porque quiero todo masticado, sino porque termina siendo un sinsentido,
no hay punta de donde desovillar.
Por último, no se entiende la intención de la película. ¿Quiere ser
reflexiva? ¿Entretener? ¿Que nos emocionemos? ¿Qué quieren de mí? La verdad es que el argumento es todo una farsa y encima mal
narrado. Se supone que los cristianos y musulmanes se pelean por pavadas
que llevan a grandes desgracias y que son los hombres fogoneros de esta
diferencia. Claro que los guías religiosos quieren la paz entre las
comunidades, el alcalde y las mujeres también. Se nota que no saben nada
de conflictos de medio oriente. ¿¡Desde cuándo las instituciones
políticas y religiosas están a favor de la paz!? Si bien es cierto que
hay que aceptar las reglas del autor, esto es solo si al menos hay un
juego interesante propuesto, sino es pura tergiversación de la historia
para nada.
Cómprese un cuarto de helado, que es más digestivo. Mi puntaje es un
dos, porque estoy de buen humor, ayer pasaron Karate Kid 2 en el cable.
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