Mingo y Hannibal contra los fantasmas


por Don Cisco



Hannibal Lecter y Minguito, perseguidos por fantasmas.
Desde el año pasado que Gerardo Otamendi no aparece. Lo llamo al celular y no contesta. Les juro que tengo ganas de ir a buscarlo a la casa y traerlo de los pelos. Me revienta la gente que abandona. Rocky no abandonó cuando perdió con Apollo y en la segunda pelea le llenó la cara de dedos. En fin, yo por lo menos no pienso dejar esto a la deriva y, como tengo acceso al sistema, voy a publicar lo que se me antoje. Sí, señor.

Y lo que se me antoja hoy es hablar de cómo habría sido una película donde, en vez de Calabró como compañero de Minguito, esté Hannibal Lecter.

En realidad, ¿Hannibal tendría miedo de los fantasmas? ¿O los fantasmas tendrían miedo de nuestro querido caníbal? Creo que Hannibal usaría el característico escarbadientes de Mingo para hacerle pequeñas perforaciones en el cráneo y practicarle una lobotomía. En medio de la operación le darían ganas de llamar a Clarice. Pero, lógico, en esa casa embrujada faltaban unos años para que Entel instalara el teléfono, así que Hannibal no puede regodearse en su obra macabra.

¿Y qué pasaría con las bolas de fraile sobre las que se sientan todos? Bueno, en este caso "las bolas", el chiste con el juego de palabras sobre el que se monta todo el humor de la película perdería la gracia, porque en este caso sí sería una bolsa con los testículos de todas las víctimas de Hannibal.

En fin, creo que no sería una película para toda la familia, ¿no?

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