por Don Cisco
Hay veces en que los títulos de películas se repiten. Quizás por extrañas coincidencias del destino, a veces por flagrantes plagios. A veces dos personas piensan lo mismo en distintos continentes, pero nunca se conocieron ni conocieron sus trabajos. Es el caso de Malditos Sean, una película producida por Sean Connery que se llama igual que la película argentina de Demian Rugna y Fabián Forte.
¿De qué se trata esta película producida en las entrañas de Hollywood? Parece que Sean Connery, después de tantos años en el cine, algo cansado de la competencia y quizás angustiado por no poder interpretar más personajes fuertes y viriles, no aguanta a los actores que se llaman igual que él. Y no solo no los aguanta sino que los quiere liquidar uno por uno.
Para hacer un poco de catarsis produce esta película, protagonizada por él mismo y donde hace de él mismo. Apenas comienza el film, se ve a un Connery al borde de la ira, que agarra el teléfono y decide contratar a Sean Maher, uno de los Sean desconocidos de Hollywood, para que asesine a todos los actores que se llamen como él. Connery aprovecha el complejo de Maher, que además de tener un pene muy pequeño es fanático de James Bond y está dispuesto a hacer lo que sea por su héroe.
Como se ve en el afiche, entre las víctimas están Sean Penn, Sean Bean, Sean Astin (Connery siempre quiso interpretar a un Sam Gamyi con pelos en el pecho) y Seann William Scott. Además del infradotado mercenario que contrata, Connery contará con la ayuda de Sean Young, más conocida como "la de Blade Runner", que como al final es una replicante, no le interesa matarla. Ah, también hay un niño en el afiche. Ese niño es la infancia de Sean Connery, que llega para mostrarle en lo que se convirtió y anunciarle que lo visitarán los fantasmas de las navidades pasadas.
¿Conseguirá eliminar a todos sus competidores? ¿El pibe lo podrá convencer de que está a tiempo de cambiar su vida? Grandes interrogantes para una película imperdible.
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