por Claudius
El puka
Según la mitología celta, el puka es una criatura que adquiere distintas formas y tiene el don del habla humana. Puede presentarse como caballo, cabra o conejo, entre otros. Su espíritu es juguetón y no entraña un peligro mortal para quien se lo encuentre. Disfruta de confundir y asustar, aunque a veces también ayuda a los que se encuentran en peligro.
El protagonista
Elwood P. Dowd es un hombre amable y caballeroso, siempre dispuesto a regalar una sonrisa. Persona con la que habla, persona a la que invita a cenar a su casa o a tomar un trago en su bar preferido. El único problema de Elwood es que asegura que su mejor amigo es un conejo blanco, de más de dos metros de altura, llamado Harvey.
En tono de comedia que limita con la farsa, Henry Koster nos muestra a una familia desesperada por encajar en la alta sociedad. Arreglan fiestas y convites pero siempre aparece Elwood y espanta a todo el mundo. Los únicos que aceptan las invitaciones del protagonista son exconvictos o marginales.
Ay, la ciencia
Según el discurso de la psiquiatría, Elwood está loco. Ve un conejo gigante porque hay un trauma pasado que lo induce a un estado de alucinación. Pero con el transcurrir de la película nos enteramos de que otras personas también pueden ver a Harvey. Es el caso del director del psiquiátrico, un hombre alienado que ni siquiera entra en contacto con los pacientes. Es Harvey el que despierta en él los deseos de vacaciones.
Al mismo tiempo, la intervención de Elwood clava la flecha de Cupido en un médico y la recepcionista, separados por el rigor del trabajo. Incluso, en el momento más farsesco de la película, une a la sobrina con el matón del psiquiátrico.
Harvey y Elwood, interpretado de forma brillante por James Stewart, se ríen del discurso médico. Su consultorio no está franqueado por un portón ni protegido por una alarma. El consultorio de estos dos amigos inseparables es un bar, de puertas abiertas, con mesas y tragos. Es probablemente la mayor burla de la película. Los normales son los alienados, que no disfrutan de la vida y se dejan aplastar por las obligaciones. Los locos y los marginales ven el futuro con optimismo.
Peligro de remake despejado
Los amantes del buen cine nos espantamos con los rumores de una remake. No importa que el director elegido fuera Steven Spielberg. ¿Por qué volver a hacer algo perfecto? Por suerte Spielberg se obsesionó con que Tom Hanks protagonizara esta herejía, pero Tom Hanks no quiso saber nada con el asunto. Le parecía que Harvey estaba perfecta así como está, en blanco y negro, dirigida por Henry Koster y protagonizada por James Stewart. No puedo estar más de acuerdo con él. Me horrorizo de pensar que Elwood diga una frase como: "La vida es como una caja de chocolates".
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