por Don Cisco
La premisa
La premisa es sencilla. Se trata de la amistad de un hombre, atrapado en una isla, y un cadáver que se encuentra en la orilla. Sí, escucharon bien. Y no, el cadáver no es un zombi, no entra en esa categoría, por más que en las críticas que leí sobre la película se empeñen en llamarlo así.
Primero, debo decir que el cadáver está muy bien interpretado por Daniel Radcliffe, al que ya podemos dejar de llamar Harry Potter. Bien, Daniel, te lo ganaste. Segundo, Paul Dano, el otro protagonista, es un monstruo, aplausos de pie para él.
Humor escatológico y filosofía
A diferencia de la crítica, siempre tan pacata, el humor escatológico de la película no solamente es divertido sino que se vuelve imprescindible. ¿Me van a decir que no es genial que el cadáver se transforme en una lancha a motor impulsada por pedos? Vamos, si lo hacen en South Park están todos babeando.
Quienes vean en esta maravilla se van a encontrar con humor sumado a reflexiones existenciales, no tan interesantes como los pedos pero que también aportan a la trama. Antes de quedar atrapado en la isla, Hank era un tipo solitario, que no se animaba a decirle lo que sentía a una chica que veía siempre en el colectivo. Se sentía un freak, todo el mundo lo veía como un freak. Ese penar solitario se reproduce en la isla y lo lleva a la decisión de suicidarse. Claro, hasta que conoce al simpático muerto con el que comienza todo un proceso de redescubrimiento del mundo y de él mismo.
Dicen que en el festival de Sundance muchos críticos se levantaron antes de que terminara, ofendidos por las partes "asquerosas" de la película. A esa gente yo les digo: ¡son una vergüenza para la profesión! Shame on you. Por eso me tienen que leer a mí y dejarse de joder.
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