Apocalipsis, la Segunda Guerra Mundial

por Don Cisco



Hasta ayer, estaba seguro de que los franceses servían solamente para hacer películas aburridas sobre situaciones que no le importan a nadie. ¿Qué? Es verdad, mejor juntar el presupuesto de diez películas francesas y pagar un buen efecto especial de Hollywood. A menos, claro, que te encuentres con esta joya. Los creadores del documental llamado "Apocalipsis: La Segunda Guerra Mundial" me dieron una lección parecida a la de Zidane a Materazzi.

Es que te hacen vibrar desde el mismísimo comienzo. Primero, con el ascenso del nazismo, con Hitler bigote de caca invadiendo Checoslovaquia, Polonia, Francia. Y todo respaldado por filmaciones, ¡sí, filmaciones a color! Los tanques de la guerra relámpago, la artillería, los bombardeos. Los nazis paseándose confiados en su victoria inexorable. Una buena parte de Alemania aglutinada detrás de un líder mesiánico que promete ponerla de pie y vengar la humillación del tratado de Versalles.

Somos también testigos de la imbecilidad de Stalin, el gran organizador de derrotas. Primero, cuando considera a la socialdemocracia alemana como enemigo número uno, lo que le deja allanado el camino a Hitler. Y después, el pacto de no agresión con los nazis e incluso el profuso comercio de materias primas para abastecer el ejército alemán. Ejército que ante la más mínima oportunidad invade la Unión Soviética. ¡Sorpresa! Bueno, el único sorprendido fue Stalin, que, a pesar de los informes de sus espías, estaba seguro de que Hitler no lo iba a atacar tan pronto. "¿Hitler odiar a los comunistas? Naaaa, ¿tas loco vo?".

El documental nos muestra el gran trabajo de los documentalistas que filmaban desde la primera línea a riesgo de sus propias vidas. Cómo la gente no quería ir a la guerra después del horror de la Primera Guerra Mundial, las despedidas emocionantes con familiares. También momentos de distensión de los soldados. Y momentos de sufrimiento después de largas marchas por el desierto africano, el frío del invierno ruso, o las enfermedades en las islas del Pacífico.

A diferencia de los yanquis, para los que lo único que importa es lo que pasó después del ataque japonés a Perl Harbor, los franceses nos muestran la situación política en Alemania, en Francia, en Inglaterra, en Japón, en la Unión Soviética, y claro, en Estados Unidos también.

A la hora de repasar las tácticas de guerra, utilizan mapas con flechas, ultra sencillos y didácticos. De eso aprendí que la cosa va así: vos avanzás como loco con tus tanques, barcos, aviones e infantería. En cuanto los defensores te detienen, tratan de hacerte un movimiento de pinza para rodear tu ejército y capturarlo. Y así siempre. Otra cosa que aprendés es que no se jode con los rusos. No pudo Napoleón. No pudo el ejército blanco en la guerra civil después de la revolución rusa. Y bigotito de caca tampoco a pesar de que contaba con un ejército mejor preparado y mejores estrategas. Pero claro, los rusos, a pesar de Stalin, defendieron su tierra interminable con uñas y dientes. Después llegaron las lluvias, el barro que no dejaba avanzar a los tanques nazis, el invierno que facilitó el contraataque de las tropas siberianas, y la industria soviética que empezó a fabricar tanques como locos en jornadas que mataban del cansancio a los obreros.

Y por el oeste, los yanquis se convirtieron en la gran potencia mundial con una inmensa industria de guerra que proveyó a los aliados de armamento y suministros. Mientras el ejército rojo le daba una paliza a Hitler, llegaron los desembarcos en Francia y en el Pacífico.

Me impresionó mucho la filmación de un piloto japonés que cae al agua. Cuando los yanquis lo quieren pescar, el tipo activa una granada y vuela en mil pedazos, tal era la determinación de los japoneses a no ser deshonrados por una captura. Por otro lado, son impresionantes las imágenes que muestran el deterioro de los guetos judíos año tras año. Grandes y hermosas ciudades convertidas en ruinas por los bombardeos. La marcha de los nazis en París, o los heroicos partisanos. Y el deterioro en el aspecto de Hitler a medida que la derrota va siendo inexorable.

Vean el documental, está en Youtube, ¡ni siquiera necesitan tener cable, ratones!