Renee Zellweger va a ser Jennifer López


por Paulo Mallozzo

 

 

Un análisis sobre el curso de la carrera de Renee Zellweger.


Renee Zellweger.
En este momento usted se estará preguntando a qué delirante se le ocurrió que una actriz gringa, con cara regordeta y ojitos pícaros, encarne a la morena, pulposa y latina JLO. ¿Es así? ¿Sí? ¿No se le ocurrió pensar que puse un título para llamar la atención? Bueno, no se enoje, cada uno tiene sus recursos. Ocurre que tengo para decir algo muy importante. Pero no sé cómo decirlo. Voy a intentar pronunciar las palabras despacito para que los fanáticos no se enojen, porque ambas, como todo participante finalista de reality, son queridas por el público. Cada vez que veo a Jennifer López en una película cambio de canal porque seguro es maaaaaaala. Es una fija. Si JLO está, la película es una caquita, caca, miiiiiiiiieeeeeerrrrrrda. Ay, qué alivio, lo largué. Bueno, Renee Zellweger está por ese camino.

¿Vio “Nueva en la ciudad”? Mírela, no tiene desperdicio. Se trata de una ejecutiva que tiene que viajar a un pueblito de morondanga a cagarse de frío y morirse de aburrimiento. En realidad, no. Va a reestructurar una fábrica, o sea, a despedir gente. Al principio, Lucy Hill (Renee) será hostil con los pueblerinos hasta que después se encariñará. Y como no podía ser de otro modo, es soltera y encuentra el amor allí. Siguiendo este lineamiento, buscará la forma de reestructurar sin echar a nadie y encontrará un nuevo producto: la tapioca. La temática es común, pero ese no es el problema. El problema es cómo está contada la historia. Muchos clichés, graves problemas narrativos en lo que se refiere a la relación entre principio, nudo y desenlace. En fin, sigamos.

Caso 39, otro "peliculón". Una asistente social se lleva a una niña desamparada a su casa. Resulta que los padres la quisieron quemar en un horno. Qué crueldad. Pero sucede también que deberían haberlo hecho porque está endiablada. Otra película de los niños malditos.

Renee Zellweger con casco de obrera.
Por si fuera poco, parece que grabaría Bridget Jones’s Baby. Si para la primera parte engordó, y en la segunda engordó más, imagínense lo que tendrá que engordar para esta. Ya era innecesaria la segunda parte. Pero el éxito del personaje ha llevado a filmar Bridget Jones: al borde de la razón (2004). Como sucede en algunos casos, las segundas partes pierden calidad. Los protagonistas son los mismos, en un sinsentido argumental. ¿Por qué nuestra Bridget conversa y cena con Daniel Cleaver, un engañador compulsivo? ¿Por qué estaría tentada a volver con Cleaver cuando tiene a Darcy? ¿Por qué la película se basó en un viaje a Tailanda, cárcel por drogas, cover de Madonna, tentación afectiva con Cleaver y no los celos de Bridget y su estrategia para mantener su relación con Darcy? Da la sensación de que la propuesta fue: qué bien nos fue, hagamos una segunda parte. Para cambiar, que se desarrolle en otra ciudad. Ojalá reflexione a tiempo y tome mejores guiones.

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