por Claudius
La Segunda Guerra Mundial requería, por parte de los aliados, la farsa de la unión nacional, la producción en cadena de armamento de guerra y, también, la propaganda puertas adentro. Junto a los cortos sobre cómo iba la guerra, también los clásicos dibujos animados de la Warner eran usados como vehículo para llevar la propaganda a todos los estadounidenses.
Eran tiempos de guerra, dirán algunos. Lo cierto es que esta propaganda tenía fuerte contenido racista. Por ejemplo, con los japoneses, quienes aparecen como un vulgar estereotipo. La injerencia del Estado en la creación artística hizo que Looney Tunes, segmento considerado como uno de los precursores del humor absurdo, perdiera todo su potencial humorístico.
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En la época de ascenso del nazismo, y también durante la guerra, salieron al aire una serie de dibujos animados con estereotipos racistas. Se los conoce como The Censored Eleven (Los once censurados) porque, a mediados de 1960, se los dejó de pasar al aire. Hace algunos años, sin embargo, salieron editados en DVD. Claro, hoy en día no hay nada mejor que censurar algo para que, de inmediato, todo el mundo quiera saber de qué se trata.
¿En qué consistían estos once censurados? En hombres negros de Estados Unidos. Afroamericanos sería el término políticamente correcto. Una entonación exagerada, inmensos labios y terror a lo sobrenatural. Esto último lo podemos ver todo el tiempo en Los tres chiflados. El mayordomo o cocinero negro que se espanta ante cualquier cosa.
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Hoy en día, estos dibujos animados no ofenden a nadie. Hay toda una infraestructura políticamente correcta sobre el tema. Una idea de que los tiempos del racismo están superados. En todo caso, esto sería muestra de un penoso pasado que ya se superó. Yo me permito la duda. Basta encender el televisor para ver películas de muy baja calidad orientadas al mercado afroamericano. Todos los actores de esas películas comparten etnia y estereotipos culturales. Eddie Murphy y Martin Lawrence hicieron escuela. Basta buscarlos en IMDB y ver su filmografía para encontrar numerosos engendros llenos de chistes chabacanos y personajes grotescos.
Sin embargo, entre esas películas y Los once censurados hay una diferencia inmensa. Negarlo sería de necio. Detrás del velo de los estereotipos, hay auténticas perlitas. Basta ver "Jungle Jitters", un corto sobre la llegada de un vendedor a una tribu de caníbales, en África. La música y el humor son fabulosos. Incluso algunos comentaristas dicen que, en realidad, el personaje que peor sale parado es el vendedor blanco, no los caníbales.
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También, una auténtica joya es esta parodia a Blancanieves y los siete enanitos, una deliciosa versión jazzera. Algunos la consideran dentro de las mejores animaciones de la historia.
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Fuentes:
Nota en Straightdope.
Listado en IMDB
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